domingo, 18 de febrero de 2018

Como el aceite de oliva puro e insoluble


(20) “Y ordenarás a los hijos de Israel que te traigan aceite de oliva puro para encender una luminaria perenne (la lámpara del candelabro). (21) En el Tabernáculo de reunión, fuera del velo tendido delante del testimonio, Aarón y sus hijos lo prepararán (el candelabro), desde la tarde hasta la mañana, para que arda ante el Eterno como Ley perpetua para las generaciones de los hijos de Israel".

28 (1) "Y tú acercarás a tu hermano Aarón y a sus hijos de entre los hijos de Israel, para hacerlo sacerdote para Mí. Llama pues a Aarón  y a Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar, hijos de Aarón. (2) Y harás vestiduras sagradas para tu hermano Aarón, por razones de dignidad y esplendor. (3) Y les dirás a los hombres diestros y sabios de corazón que hagan tales vestiduras que santificarán a Aarón haciéndolo sacerdote para Mí. (4) Y estos son los vestidos que harán: pectoral, efod, manto, túnica a cuadros, turbante y cinturón. (5) Utilizarán para ello oro y telas teñidas de celeste, púrpura y carmesí, y también lino".

(6) "Y harán el efod de oro, celeste, púrpura y carmesí, y lino torzal y será obra de artífice. (7) Tendrá dos hombreras unidas en sus dos extremos…”.
En la parashat  de esta semana, Tetzavet, Shemot, 27:20-30:10), no aparece el nombre de Moshé, algo que no ocurre en ninguna otra, salvo en el libro Devarim, desde su nacimiento, según explica el rabí Mordejai Babor, y como ya hemos visto en otras ocasiones.

domingo, 11 de febrero de 2018

Los beneficios de la tzedaká


“Habla a los hijos de Israel para que tomen para Mí una ofrenda, y esta será la ofrenda que ellos tomarán: oro, plata y cobre”. De esta manera comienza la lectura de la parashat Terumá (Shemot 25:1-27:19), que leemos esta semana (Shabat, 17 de febrero de 2018) y que se refiere a la disposición de la ornamentación del Mishkan o Tabernáculo y posteriormente del Santo Templo de Jerusalem, así como de las ofrendas de la mañana y de la tarde.

Nuestros sabios se preguntaron, según comentario del rabí Abraham BeHaim, ¿por qué el término Veikju (ellos tomen) usado en el texto? La palabra Veitenu (ellos den) es más aceptable. Asimismo, explican que cuando nosotros damos la cantidad de nuestras propias posesiones, nosotros estamos en realidad tomando o recibiendo para nosotros mismos. La bendición más grande que D-s dio sobre nosotros es la oportunidad de dar (tzedaká). Sin duda un maravilloso e inconmensurable regalo. Por medio del acto de dar, de ser generosos con nuestros semejantes y, particularmente, con quienes más lo necesitan, somos salvados de la muerte (Proverbios 10:2)
El Talmud nos indica que “la caridad iguala a todos los demás mandamientos (Babá Batrá, 9). Esta es realmente la fuente de las oportunidades no importa que “aun un hombre  pobre está sujeto a la caridad y debería proveer caridad (Talmud Guitín, 76).
No obstante, se establecen diferentes niveles de la caridad: hay tzedaká de oro, de plata y de cobre. Cuando una persona prospera y goza de buena salud da de sí mismo a los demás, y procura que los demás le den, su ofrecimiento es considerado como oro. Pero si él contribuye solamente porque está enfermo o temeroso, o porque es forzado por la presencia de otras personas, su caridad equivale a la plata. Y si él da porque es solamente su última voluntad y testamento, esta ofrenda es menos valiosa y es equiparada al bronce.
                                                                                                                  


viernes, 9 de febrero de 2018

"Y estas son las leyes que les darás..."


"Y estas son las leyes que les darás. Cuando compres un siervo hebreo, servirá para ti seis años y al séptimo año saldrá; si fue casado (con mujer hebrea), su mujer saldrá con él. Si su amo le hubiera dado mujer (pagana) y ella pariera para él hijos o hijas, la mujer y su prole serán para su amo, y él saldrá solo. Y si el siervo dice:-Quiero a mi amo, a mi mujer y a mis hijos. No saldré libre-, lo acercará su amo a los jueces y lo arrimará a las puertas de su casa o a las jambas de ella y horodarará su oreja con un punzón, a de servirlo para siempre..."
Así comienza la parashat Mishpatim (Shabat Shekalim, Mevarjim), que leemos esta semana, y en la que a grandes rasgos se refiere al conjunto de leyes que D-s imparte al pueblo de Israel. Ante todo constituye la base jurídica del pueblo judío. Esencialmente es el compendio de un modo de vida basado en la justicia, principios éticos y morales. De ello se extrae que el Judaísmo no es sólo una idea o un fundamento, es un modo de vida que se practica cada día. Una forma de pensar y de vivir las leyes prácticas del cuerpo legal que constituye la Torá escrita y oral (Talmud).
En Mishpatim apreciamos la inclusión de muchos mandamientos vinculados a la ley civil inmediatamente después de los Diez Mandamientos, como observamos en la parashat de la semana pasada Yitró, en la que se evoca la entrega de la Torá al pueblo de Israel en el monte Sinai. Como indicamos al principio, esta parashat comienza con la expresión "Y estas son las leyes”, empleando la conjunción “y”. Nuestros sabios nos señalan que esto es para enfatizar que así como “lo primero-los Diez Mandamientos-, también fueron dados en el Monte Sinaí todos los preceptos subsiguientes. Esta observación, de acuerdo a lo comentado por el rabí Moshé Benzaquén, tiene implicaciones de muy largo alcance, particularmente en relación con nuestra sociedad actual y nuestra forma moderna de pensar.