domingo, 27 de agosto de 2017

Una parashat repleta de preceptos o mitzvot

Los tres párrafos que dan comienzo a la parashat que leemos esta semana (Devarim 21:10-25-29) tratan de situaciones familiares únicas, es decir: el soldado que se enamora de una chica enemiga, el hombre que tiene dos esposas, una amada y otra despreciada, y el hijo rebelde, según escribe el rabí Sam Kassim.

"Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos y que el Eterno los entregue en tu mano y que tomes cautivos, y que entre ellos, veas a una mujer hermosa y que la desees, la tomarás por mujer. La llevarás a tu casa, ella se raerá los cabellos y se cortará las uñas, se quitará la vestidura de su cautiverio, se quedará en tu casa  y llorará por la pérdida de su padre y su madre durante un mes entero...".
Agrega en su comentario que “en tiempos pasados estas situaciones eran muy raras. Sin embargo,  en la actualidad podemos realmente comprender la Torá. Hoy en día en Israel existen algunos judíos que brindan tratamiento especial a prisioneros de origen no judío. Contamos además en Israel con una institución de segunda “esposa” cuyos derechos están protegidos por ley. Y, finalmente, predominan los chicos rebeldes que eligen no seguir los pasos de sus padres”.

“D-s nos dice-añade-cómo conducirnos con las situaciones presentadas arriba y esto asegura la preservación de la sociedad que se rija de acuerdo a la Torá y esté basada en el mutuo amor, paz y tranquilidad. Una parashat tan repleta de mitzvot, ubica a la familia cono sine qua non ante los demás preceptos que aparecen en el capítulo, para decirnos que debemos reforzar nuestros lazos familiares, nuestros lazos comunitarios, nuestra tradición sefaradí y nuestra herencia judaica para garantizar la perpetuidad del Judaísmo en las generaciones futuras”.

miércoles, 16 de agosto de 2017

Los preceptos sociales en la Torá

Los preceptos sociales figuran entre las cuestiones que se abordan en la parashat Ree (Devarim 11:26-16:17), que leemos esta semana y que entroncan con el concepto de las relaciones del individuo con sus semejantes y ambos frente a la comunidad o sociedad. 

En este aspecto, la Torá contiene una serie de reglas y órdenes precisas sobre la ayuda mutua, la justicia y la honestidad. En la vida diaria, tal como escribe Meir Tuvy, del Centro Educativo Sefaradí de Jerusalem,  “nos encontramos con personas que, tras haber trabajado honradamente durante años, alcanzaron una holgada posición económica, pero al pedírseles ayuda para los débiles o necesitados, se niegan rotundamente. Alegan que el dinero es sólo de ellos y nadie puede obligarles a dar Tzedaká a los pobres o prestarles dinero, o apoyar económicamente a alguna obra benéfica”.

jueves, 10 de agosto de 2017

"La transgresión de mis calcañares me rodeará..."

La parashat de esta semana“Vehaiá ékev tishmeún”-“Y será cuando escucharas”-, según comenta Rashí, se refiere a los mandamientos que el hombre pisa con sus calcañares. Entonces D-s los colmará de bendiciones y guardará el pacto de los patriarcas para darles todo lo bueno.
El Rey David señala en el libro de los Salmos (49): La transgresión de mis calcañares me rodeará. Comentan nuestros sabios acerca del Rey David que indicó que “no me preocupo por las transgresiones graves pues estoy seguro de que me cuido de ellas peras las transgresiones ligeras que el hombre pisa con sus tobillos son las que me rodearán en el mundo de la verdad”.
En la Guemará  Babá Batra 16 el rabí Leví dijo que el Satán y Peniná compañera de Javá cuando criticaron el Satán a Job y Peniná a Javá, lo hicieron con fines buenos. Así lo explicó el rab Ajá Ben Iaakpv de Papunia: vino el Satán y lo besó en su pie. El rab Iehoshúa S. Hilu, pregunta por qué lo besó en el pie y no en la mano o en otra parte.
Según el texto de Meam Loez, el Satán es un ángel malo y su misión consiste en cumplir con la orden de D-s, pero en realidad para que se cumpla su meta hay que vencerlo y si uno lo hace al comienzo es más fácil y no dejar que se incremente la transgresión porque después es más difícil combatirla o evitarla. Y esto, según escribe S. Hilu, el Satán se lo dio a entender a Rav Ajá ben Iaakov cuando lo besó en el pie que la desgracia del ser humano comienza desde el tobillo y hay que atacarlo ahora que es más fácil ya que las consecuencias posteriores son gravísimas.

En otro orden de cosas, en Yom Kipur al finalizar la Amidá recitamos en la confesión (Viduí): “Por el error que cometimos ante Ti con el iéser hará”. También cabe preguntarse sobre el origen de las transgresiones. Si  D-s quiere que hagamos el bien, que cumplamos los preceptos, ¿cómo es posible que aquí haya creado un ángel para desviarnos del camino recto? Bien es cierto que  D-s creó al Satán para que él cumpla con su meta de hacer la voluntad de D-s,  indica el exégeta.