martes, 17 de enero de 2017

"Y estos son los nombres de los hijos de Israel..."

Este Shabat se inicia la lectura del segundo libro de la Torá, Shemot, conocido comúnmente como Éxodo, en el que inicialmente narra la historia de Am Israel durante su estancia en Egipto, bajo la estela protectora de José,  el virrey del Faraón, pero especialmente, el hijo predilecto de Yaakov. Según señala Harav Mordejai Babour, “se destaca inicialmente el próspero y meteórico desarrollo del pequeño grupo de hebreos, compuesto entonces por 70 almas, su gradual y  fuerte inserción en la rica y avanzada sociedad egipcia de aquella época y su increíble y prodigioso crecimiento, lo que sumado al incesante poderío socio-económico que iba alcanzando trajo aparejada la feroz reacción del faraón y su gobierno, haciendo estallar una campaña de criminales y opresivos decretos anti-hebreos, con el inocultable afán de diezmarlos y someterlos. Esta terrible situación desembocó en una triste y larga época de discriminación y esclavitud por parte del gobierno del faraón egipcio”.
“Tras siglos de penurias y sufrimientos-añade Harav Babour-D-s escoge a Moshé para conducir a la redención Su Pueblo y la salida de Egipto hacia la libertad. Se produce entonces la prodigiosa serie de Plagas que D-s abate sobre los egipcios, para culminar con la histórica salida de Egipto y el extraordinario cruce del Mar Rojo hasta llegar por fin el multitudinario contingente a acampar a los pies del Monte Sinaí para recibir la Torá y consagrarse como el Pueblo Elegido”.
Sin duda alguna, estamos ante la etapa más trascendente y relevante del Pueblo de Israel a lo largo de todo su devenir histórico. Tal como expresa Mordejai Baobour,  que “si en el inicio del Libro Breshit, trata sobre la Creación del Mundo, en este Libro Shemot, el Texto sagrado reseña y describe la Creación del Pueblo de Israel”.

lunes, 16 de enero de 2017

El legado de Salomón Zrihen (z"l)

Rafael Ben-Abraham Barreto*


La Comunidad Judía de Las Palmas de Gran Canaria se ha quedado huérfana de su líder más, preclaro y querido, paradigma de liderazgo espiritual y humano.  En la plenitud del pasado Sábado, Don Salomnón Zrihen, hasta ahora presidente y sheliaj tzibur de la Comunidad Judía de Las Palmas de Gran Canaria, colmado de años y bendiciones y encumbró sus pasos hacia la Eternidad, no sin dejarnos el legado indeleble de la hospitalidad digna de nuestros padres Abraham, Yitzhak y Yaacov.
Salomón Zrihen (Z"L)./R.B.
Su casa y su corazón siempre estuvieron abiertos de par en par para quienes requerían de sus consejos sobre aspectos halágicos o de la Ley Judía, ayuda o simplemente, eran bien recibidos en  Shabat y en las grandes solemnidades.
Don Salomón Zhrien (1919-2017) sobresalió en el conocimiento de los fundamentos de la Ley y Tradición Judías, que supo transmitir a sus hijos y nietos y a todos quienes tuvimos el inmenso honor de escucharle, conocerle y quererle, así como compartir sus buenos y difíciles momentos, ya fuera en su casa, ya fuera en la Betkneset (sinagoga) o donde estuviera presente. En sus primeros años en las Islas Canarias, dejó su impronta en las relaciones con la Comunidad Judía de Tenerife, fue coetáneo de otros líderes comunitarios isleños a mediados del pasado siglo XX, como Marcos Cohen, José Asor Benchimol y Pinjas Abecassis.
Sin embargo, en la figura de Don Salomón Zrihen, confluyeron otras cualidades humanas que imprimieron carta de naturaleza intelectual y artística reflejada en sus creaciones literarias y plásticas. Alternaba poesía y pintura. El dominio de la caligrafía era prodigioso, propio del escriba más preciso y certero. En su faceta más  recreativa destacaba su interés por el mundo de la filatelia.
Don Salomón Zrihen encarnó más medio siglo de liderazgo al frente de la Comunidad Judía de Las Palmas de Gran Canaria, a la que sirvió con sabiduría, amor y entrega sin límites. Su recuerdo quedará para siempre en las futuras generaciones del Judaísmo en las Islas Canarias.

*Periodista. Secretario portavoz de la Comunidad Judía de Tenerife.


lunes, 19 de diciembre de 2016

La luz que vence a las tinieblas

 Am Israel celebra desde la salida del próximo Shabat, 25 de Kislev de 57777 (24 de diciembre de 2016) la fiesta de Hanuká o de las luminarias, que se prolongará por ocho días; es decir, hasta la noche del 31 de diciembre ó 2 de Tevet. Un  acontecimiento que rememora la reinauguración del Templo de Jerusalem  tras la victoria de los hasmoneos sobre los seléucidas en el siglo II antes de la Era Común. En este reportaje se explica el origen de esta celebración, que se mantiene por más de 2.000 años.
Janukía prendida en hogar judío de Tenerife.
El término hebreo Hanuká significa consagración o dedicación. Una fiesta que dura ocho días, que comienza el 25 de Kislev y que conmemora el éxito de la rebelión de los macabeos contra la persecución religiosa instigada por los sirios helénicos o seléucidas, bajo la autoridad de Antíoco IV Epifanes (Siglo II antes de la Era Común). El próximo Sábado, día 24 del presente mes de diciembre,  por la noche, ya 25 de Kislev, según nuestro calendario, tendrá lugar el prendido de la primera vela de Hanuká, y que se sucede sucesivamente noche tras noche hasta completar la octava candela colocada en un candelabro de ocho brazos o janukía.