viernes, 27 de mayo de 2016

El descanso sabático de la tierra o shemitá

Lectura de la Torá para Shabat  20 de Iyar de 5776

Shabat, 29 de mayo de 2014

Parashat Behar
Vayikrá 25:1-26-2
Haftará: Jeremías 32



25(1) Y le dijo el Eterno a Moisés en el Monte Sinai: (2) “Diles a los hijos de Israel: Cuando lleguéis a la tierra que os di, la tierra descansará por el Eterno. (3) Seis años la sembrarás y seis años podarás tu viña y recogerás su fruto, (4) pero séptimo año será de sábado (shabat, reposo) estricto para la tierra y para  el Eterno: ni sembrarás tu campo ni podarás tu viña. (5) Lo que crezca espontáneamente de tu cosecha (del año anterior), no lo recogerás y no vendimiarás tu viña silvestre. Será año de descanso para la tierra. (6) Y el descanso de la tierra será alimento para ti, para tu siervo, para tu sierva, para tu asalariado y para el forastero que habita contigo. (7) Y también para tus reses y para los demás animales de la tierra, esa producción se destinará a ser su alimento”.
Jerusalem, Eretz Israel./RAFAEL BEN-ABRAHAM BARRETO
(8) “Y contarás siete sábados de años, o sea siete veces siete años, cuarenta y nueve años en total. (9) Y el día diez del séptimo mes del año quincuagésimo, día de la expiación, harás resonar la trompeta en toda vuestra tierra. (10) Santificaréis el año quincuagésimo y proclamaréis en toda la tierra la libertad de todos sus habitantes. Será año de jubileo para vosotros, devolveréis a cada hombre lo que le pertenece y devolveréis cada hombre a su familia. (11) Es jubileo (yovel). Ese año no sembraréis ni cosecharéis lo que haya crecido espontáneamente, ni vendimiaréis vuestras viñas silvestres. (12) Por ser jubileo, ese año será sagrado para vosotros. Del campo comeréis su fruto. (13) Y ese año del jubileo devolveréis a cada cual su posesión. (14) En toda venta o en toda compra que hagáis, a tu prójimo no engañarás…”

martes, 24 de mayo de 2016

Los judíos somos responsables por nuestro prójimo

El 18 de Iyar de 5776 (este año, 26 de Mayo de 2016)  a la fecha de los 33 días del Ómer se le conoce como Lag Baomer. (En hebreo la letra Lamed equivale a treinta y la letra Guímel al número tres). Este trigésimo tercer día es un paréntesis en el periodo denominado Sefirat HaOmer.
Bajo el mandato del emperador romano Adriano (siglo II de la era común) murieron, por causa de una epidemia, 24.000 alumnos de Rabí Akiva. Según narra el Talmud, los alumnos de Rabí Akiva, participaron en la revuelta de Bar Kojvá, última tentativa de los judíos de reconquistar Israel frente a los Romanos (año 132 de la era común). Sus alumnos murieron heroicamente, legando a los pueblos del mundo un ejemplo de valentía en defensa de Eretz Israel. Según nuestros sabios, la epidemia, que había hecho presa de ellos, cesó en Lag BaOmer, y desde entonces dicha fecha se convirtió en un día de gran fiesta. Esta fecha tambien se vincula al recuerdo de Rabí Simón Bar Yojai (siglo II de la era común). Antes de morir (en Lag BaOmer), rogó a sus discípulos que su muerte fuese recordada con festejos.
Una de las principales enseñanzas que nos legó Rabí Shimón Bar Iojai es que los judíos somos individualmente responsables por nuestro prójimo y como ejemplo relató el siguiente caso: “Cierta vez uno de los pasajeros de un barco tomó un pico y comenzó hacer un orificio debajo de su asiento. Los restantes pasajeros comenzaron enseguida a retarlo, a lo que él le respondió: ‘¡Qué les importa a ustedes lo que yo hago debajo de mi asiento!, ¡yo he pagado por él! ¡Tonto! – Respondieron los pasajeros - ¡Tú has pagado por el viaje, pero no tienes derecho a perforar el barco, ni siquiera debajo de tu asiento, porque de lo contrario nos hundiremos todos!’. De la misma manera ocurre con el Pueblo Judío, ya que el comportamiento de cada uno influye sobre los demás”.

viernes, 20 de mayo de 2016

La obligación de ayudar al pobre y al extranjero


En esta edición incluimos el mensaje de Harav Yerahmiel Barylka, de la Sinagoga Rambam de Madrid, acerca de la parashat de esta semana, Emor.
A la finalización del mandato de festejar  Shavuot, que se asocia con la entrega de la Torá, aparece  el mandamiento: "Cuando segareis la mies de vuestra tierra, no segaréis hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu siega; para el pobre y para el extranjero la dejarás". ¿Acaso no parece racional, que ayudemos al pobre y al extranjero sin necesidad que la Torá nos lo ordene? A principios del siglo XX el mundo creía que la mente racional llevaría a realizar actos racionales y significativos, tales como la protección de los necesitados. Sin embargo, esa mente creó el terror irracional e inhumano del Holocausto y los genocidios en Ruanda, Bosnia y Darfur. La mente racional permite hacer caso omiso de los necesitados que están justo delante de nuestras narices y de los miles de niños que van a la cama con hambre cada noche en nuestros países.

miércoles, 18 de mayo de 2016

La obligación de aleccionar a los jóvenes en su desarrollo personal y espiritual

Lectura de la Torá  para Shabat, 13 de Iyar de 5776


Shabat, 21 de mayo de 2016

Parashat Emor
Vayikrá 21-24
Haftará: Ezequiel 44:15-31

“Y dijo el Eterno a Moisés: -Habla a los kohanim, hijos de Aharón, y les dirás a ellos que a un alma no se impurificará en su estirpe-”. En estos términos, comienza el pasaje de la Torá de esta semana -sobre lo que Rashí nos acota-:”Diles - y les dirás –nos marca la obligación de los mayores en aleccionar y alentar a los más jóvenes”.
En esta porción, se abordan, entre otros asuntos, la figura y la función del sacerdocio desde tiempos inmemoriales, muy relevante en el Pueblo de Israel. Ya desde antes de que se instituyera este título y fuera conferido a los hijos de Aharón, el cometido lo cumplían, primero los primogénitos de las familias y luego de que éstos decepcionaron, se transfirió a los levitas, quienes siempre fueron considerados como los líderes espirituales del Pueblo de Israel. Sin embargo, la calidad máxima de santidad, D-s se la otorgó a Aharón y a sus hijos como un privilegio de responsabilidad eterna. Así pues, en esta porción se detallan los privilegios, condiciones y obligaciones del Kohen o de los kohanim.
La parashat Emor alude a las festividades de D-s, siendo la primera de ellas, el Shabat. El Shabat, lejos de ser un encierro y restricciones, constituye una fiesta para el hombre, para la mujer, para los niños y toda la familia.

viernes, 13 de mayo de 2016

El impacto de la pérdida de seres queridos

Lectura de la Torá para Shabat, 6 de Iyar de 5776

Shabat, 14 de mayo de 2016
Parashat Kedoshim
Vayikrá 16.20
Haftará: Ezequiel 20.2-20 (Sef)
Amós 9:7-15 (Ash)

“Y habló el Eterno a Moisés después de la muerte de los hijos de Aarón, cuando se acercaron frente al Todopoderoso y murieron)".
Como es sabido, fue tras la inauguración del Mishkán o Santuario del Desierto, que dos de los hijos de Aarón, Nadav y Abihu, fueron consumidos por el fuego divino, al ofrecer un incienso en el Sancta Sanctorum sin permiso previo. El profesor Mario Suli se pregunta acerca de este suceso justo en un día tan señalado para el Pueblo de Israel, en gente de tan relevante categoría como eran los descendientes directos de Aarón el Sumo Sacerdote o Kohen Gadol, y primordialmente en quienes no habían pecado en su vida, dado que eran muy jóvenes. Se pregunta qué tan grave falta fueron a enmendar y por qué Aarón, su padre, debió sufrir la pérdida física de sus dos hijos.
Tal como señala el Zohar Hakadosh en la parashat Vaiakhel: “No se consagra el Mishkán del desierto hasta que fue inaugurado junto con el Tabernáculo Celestial”. Es decir, que en el ámbito celestial y en las dimensiones que operan más allá de las coordenadas del timpo/espacio también se instauraba un  Santuario. Fue necesario entonces para el mismo, Kohanim de la más pura estirpe. Y, ¿quién mejor que estos dos jóvenes hijos de Aarón con la pureza de su propia juventud? Al respecto, Mario Suli escribe: “Por lo mismo son elevados a través de un fuego Serefat Neshamá vehaguf kulam, siendo así que Aarón su padre recibe la infausta con aceptación, sabedor de que se trasladaron a un mundo superior para tan sagrada misión. De ahí lo que relata el Pasuk “Vaidom Aarón” y  calló Aarón, es decir, asumió lo profundo del suceso que no fue más que un medio para tan sublime finalidad”.

viernes, 6 de mayo de 2016

Las leyes de decoro y pureza familiar


Lectura de la Torá para Shabat, 29 Nisan 5776

Shabat, 7 de mayo de 2016
Ajare-Mot
Vayikrá 16:1-18:30
Hafará: Ezequiel, 22

16 (1) Y el Eterno le dijo a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, los cuales habían muerto al acercarse al Eterno: (2) “Dile a Aarón, tu hermano que no entre en cualquier momento al santuario, detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el Arca para que no muera, por cuanto Yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio…”.
Esta parashat precede, por regla general a la celebración de Pesaj, aunque en esta ocasión, se se da lectura una semana después en la Golá, debido a que este año es embolismal. En Israel tiene lugar la lectura de Kedoshim. En la porción que nos ocupa se especifican prohibiciones como la de ingerir la sangre de todo animal, dado de que la vida de la carne reside en la sangre, o hacer aquellas cosas que se hacían en la tierra de Egipto. Advierte sobre las normas de decoro y de pureza, poniendo el acento sobre la prohibición de descubrir la desnudez de los padres, hermanos o tíos, o de los familiares más cercanos, y sobre las relaciones sexuales ilícitas o abominables. La claridad de sus mandatos en esta materia es taxativa.
Más información sobre la parashat en www.aish.com y www.jabad.org.

La obligación de erradicar el mal y recordar

En esta edición previa a Shabat, nos complace difundir el mensaje semanal de Harav Yerahmiel Barylka, de la Sinagoga Rambam de Madrid, sobre la parashat Ajare Mot. 
Quienes concurrimos a la sinagoga no olvidaremos nunca la muerte de  Nadav y Avihu, los dos hijos de Aarón y sobrinos de Moshé, cuando se acercaron a la presencia de .A., porque escuchamos la lectura de la Torá y son parte de nuestra narrativa histórica. Incluso durante la lectura se nos escapan algunas lágrimas por la tragedia.
Más de setenta años han pasado, Ajarei Mot, después de la muerte de millones de nuestros antepasados en el Holocausto y a pesar de que los campos fueron liberados en 1945, hay criminales de guerra que todavía están en juicio y  hay sobrevivientes que recorren el mundo, para compartir sus recuerdos, pese a su edad, y muchas veces pese a su estado de salud.
El mundo sigue girando y a tan poca distancia en el tiempo, no sólo hay quienes no recuerdan el martirio de nuestros hermanos y de personas de distintos credos y razas, sino que hay quienes intentan borrar la historia.
Ello sucede a diario frente a nuestros ojos.
Como judíos tenemos la obligación de erradicar el mal en el mundo y nunca olvidar. Y nuestro deber excede en mucho hacerlo entre nuestro pueblo, porque el mal, sigue asolando a todo el universo.
Ajarei Mot de nuestros hermanos, sabemos lo que se espera de nosotros: luchar por la vida en todos los frentes.

*Harav Yerahmiel Barylka. Sinagoga Rambam. Madrid.

miércoles, 4 de mayo de 2016

"...Y contaréis siete semanas"

Entre la fiesta de Pesaj y Shavuot median 50 días, justo el tiempo preciso de la transición de la libertad del Pueblo de Israel y la recepción  de la Torá (Matán Torá) en el Monte Sinai, un  proceso de 49 días que implica un refinamiento y preparación espirituales hasta abrazar los proceptos y culminar con el compromiso de nación nacida para ser la luz del mundo o del resto de las naciones. Una festividad lugada a la agricultura, concretamente, al comienzo de la siega del trigo en Eretz Israel.
Está escrito en la Torá, según explica Halacha Yomit: "Y contaréis para vosotros desde el día siguiente del Shabbat, del día en que habéis ofrecido el ómer, siete semanas completas (Vaikra 23,15)". 
En la Halacha Yomit se subraya que "afirman nuestros sabios (Menahot 65b) que el día siguiente al Shabbat a que hace referencia el versículo es el día siguiente al primer día de Pesah, pues también el día festivo recibe el apelativo de Shabbat. Debido a esto es que comenzamos a contar el ómer a partir de la noche del dieciséis de Nissan, o sea la segunda  noche de Pesah, lo cual constituye un precepto de la Torá que se extiende siete semanas, o sea cuarenta y nueve días, hasta la festividad de Shavuot".

Significado e implicación de Yom haShoah

Esta noche y durante todo el día de mañana, cinco de mayo (27 de Nisán de 5776), recordamos en Israel y la Diáspora, a las víctimas del Holocausto o Yom haShoah, y con tal motivo recuperamos para nuestros lectores y seguidores un amplio reportaje sobre la significación e implicación de esta conmemoración. Una fecha para el recuerdo, la meditación y el estudio de uno de los pasajes más negros y horrendos de la historia de la Humanidad, que supuso la aniquilación de más de seis millones de personas en Europa.
Shoah significa literalmente desastre ruina, catástrofe, específicamente Hashoáh, el Holocausto de la Judería Europea programado y ejecutado por los nazis desde el ascenso al poder de Adolfo Hitler en 1933 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945. Aunque también hay que tener en cuenta que el Pueblo Judío sufrió grandes pérdidas a lo largo de la historia, como por ejemplo durante la época romana y por las masacres desatadas en el curso de las cruzadas, los pogroms de Europa de la Edad Media, la Inquisición española, revuelta de Chmielnicki en Ucrania en el siglo XVII, la política nazi del genocidio en el siglo XX “civilizado” fue única por su alcance e intensidad.
La política hitleriana basada en su idea de la raza superior teutónica en guerra con los pueblos “inferiores” se formuló en 1933, pero fue considerada con escepticismo, incluso en Alemania, hasta su aplicación. La destrucción total del Pueblo Judío (“Solución Final del Problema Judío” en la  engañosa jerga nazi fue planteada por ideólogos, organizada por líderes de la Gestapo y la SS, como Heydrich, Himler, Eichmann y otros, comunes y austríacos, ayudados por colaboradores en los territorios bajo control nazi.
El proceso se inició con persecuciones en masa y leyes discriminatorias, conocidas como Leyes de Nüremberg en 1935, motines y destrucción como los tristemente recordados como la Noche de Cristal de 1938 y el establecimiento de los primeros campos de concentración en el Tercer Reich en franca expansión antes de la declaración de la guerra. Desde 1939, en que comienza la II Guerra Mundial, cuando los ejércitos alemanes se lanzaron en avalancha sobre toda Europa, la aniqulación de los judíos se llevó a cabo con una minuciosidad satánica y con eficiencia por medio del uso de deportaciones a ghetos especiales en Varsovia, matanzas en masa como las perpetradas en Babi Yar, traslados para reasentamiento hacia la muerte en campos de exterminio, donde las víctimas morían de hambre o trabajaban hasta morir o se les mataba por medio de gas y luego incinerados. Auschwitz, Birkenau, Berguen-Belsen, Dachau, Majdanek, Sobibor y Treblinka fueron algunos de los emplazamientos donde se perpetró el asesinato en masa de seis millones (6.000.000) de personas, hombres, mujeres, niños y ancianos de toda clase y condición. No hay que perder de vista que los doctores y “científicos” de la muerte efectuaron experimentos inmundos y bestiales contra seres humanos no sólo judíos (en su mayoría) sino con otras etnias o condición política o genética.