martes, 30 de diciembre de 2014

El ayuno del 10 de Tevet


Este año vuelve a coincidir el 10 de Tevet con el primer día del añocivil, y ello nos obliga más que siempre, a recordarlo.En el día 10 del mes de Tevet, los ejércitos del emperador babilónicoNabucodonosor II sitiaron a Jerusalén. Treinta meses después, el 9 de Tamuz, cayeron las murallas y el 9 de Av de ese año el Templo fue destruido.  El pueblo judío fue exiliado a Babilonia por 70 años.Ese día se observa como un día de ayuno, luto y arrepentimiento. Nos abstenemos de comida y bebida desde el amanecer hasta el anochecer, y añadimos selijot y otros agregados a nuestras oraciones.

El ayuno* se inicia en Madrid a las 7.11 horas y finaliza a las 18.29 horas, según escribe el rav Yerahmiel Barylka*.
El 10 de Tevet fue elegido para ser un "día de Kadish general" para las víctimas del Holocausto, muchos de cuyos días de martirio es desconocido. El objetivo es permitir que los familiares de las víctimas del Holocausto, y cuyos aniversarios de sus muertes es desconocido, puedan observar las prácticas tradicionales de Najalá por los difuntos, incluyendo encender una vela en su memoria, el aprendizaje de mishnayot y el recitado del Kadish. La oración conmemorativa también se recita en la sinagoga, después de la lectura de la Torá en los servicios de la mañana.
 Al igual que con todos los días de ayuno judío de menor importancia, el 10 de Tevet comienza al amanecer (amud ha-Shajar) y concluye al anochecer (tzeit hakojavim). De acuerdo con las normas generales de ayunos menores que se exponen en el Shulján Aruj,   y en contraste con Tishá Beav, no hay limitaciones físicas adicionales más allá de ayuno (tales como las prohibiciones de baño o de usar zapatos de cuero). Debido a que es un día de ayuno menor, la Halajá exime de ayunar los que están enfermos, incluso si sus enfermedades no fueran potencialmente mortales, al igual que a las mujeres embarazadas y lactantes que se encuentran en ayunar difícil. La Mishná Berurá señala que es encomiable observar todas las restricciones de Tishá Be Av en los días de ayuno menores (excepto la restricción al uso de zapatos de cuero).

miércoles, 17 de diciembre de 2014

El respeto a la identidad del otro

Rav Yerahmiel Barylka.

Reflexiones del Rav Yerahmiel*



Después se lavó el rostro y salió y se contuvo y dijo: “Sirvan la comida”. Y procedieron a servírsela a él aparte y a ellos aparte y a los egipcios que estaban comiendo con él aparte; puesto que los egipcios no podían comer una comida con los hebreos, porque eso es cosa detestable a los egipcios” (Bereshit 43:31-33).
Imaginemos la situación. Una mesa para Iosef, otra para los egipcios y otra más para la familia de Iaacov. El comedor real se divide en tres segmentos, y en lugar de una gran y majestuosa mesa tenemos tres. Los hijos de Israel pudieron entonces comer sin vergüenza los alimentos que podían ingerir y bendecir a .A., por los alimentos antes y después de comerlos. Los egipcios, cuidan sus tradiciones y no pueden compartir con los forasteros la ingesta de lo que ellos tienen prohibido ingerir. Para los egipcios, los otros invitados –nuestros antepasados- son inmigrantes de segunda, burdos, faltos de estilo y modales, desarrapados, vestidos con la moda de Canaán.

martes, 16 de diciembre de 2014

Janucá, la supremacía de la luz sobre la oscuridad

Hoy (25 de kislev de 5775), 16 de diciembre de 2014 las comunidades judías del mundo, en Israel y la Diáspora, iniciamos la fiesta de Janucá, con el prendido de la primera de las ocho candelas, en conmemoración del retorno al culto del Sagrado Templo de Jerusalem, tras la victoria de los jasmoneos contra el poderío heleno asirio y por consiguiente el triunfo contra la tiranía y la persecución religiosa instigada bajo la autoridad de Antíoco IV Epifanes (Siglo II antes de la Era Común). 
El precepto más importante de Janucá consiste en el prendido de las luces, una en la primera noche, dos en la segunda, tres en la tercera….y ocho en la víspera de la octava noche. Para ello se utiliza un candelabro especial denominado hanukía que adopta la forma de menorá con ocho recipientes para velas o mechas para de aceite junto con el noveno que se le llama shamash o bedel que se usa para prender el resto.
Estas luminarias no se pueden emplear para otro uso que para conmemorar la fiesta en sí. Es costumbre que los niños jueguen con perinola o sevivón, una especie de trompo. Los jóvenes reciben dinero o regalos.
En la sinagoga se recita el Halel completo y la keriat Hatorá (lectura de la Torá) se efectúa diariamente.
En el rezo de la Amida y en Bircat Hamatzon se intercala Al Hanisim (Por los Milagros), en relación a los acontecimientos y milagros asociados a Hanuká.
Tanto en la sinagoga como en el hogar se recita el himno Maoz Tzur, una vez que se han encendido las luces de Januká y recitadas las bendiciones apropiadas.
Las comidas tradicionales de la festividad consisten en buñuelos (sufganiot) y panqueques de papas (levivot; latkes en yidish) que se fríen en aceite.
Enlaces relacionados:


jueves, 11 de diciembre de 2014

La fuerza destructora de la maledicencia o de lashón hará

Rav Yerahmiel Barylka.

Reflexiones del Rav Yerahmiel*



Creo que fue Ivan Krylov quien escribió acerca de la apuesta entre una serpiente y un humano, que competían sobre quién podría causar daños mayores. La serpiente segura de su triunfo, explicó sus características: “Muevo la cola rápidamente antes de atacar, después me lanzo sobre mi presa apoyando el abdomen en la parte posterior del cuerpo y le clavo mis afilados colmillos para que penetre el veneno que destruye las proteínas causando graves daños a todos los tejidos y afecto el componente de la sangre que permite la coagulación gastando en la formación de microcoágulos. Al bajar la cantidad de fibrinógenos, la sangre se vuelve incoagulable causando muerte por hemorragia”. El humano le contestó, que a través del Lashón Hará, “los daños que causa mi lengua son mayores que los de la tuya, porque para que tú puedas matar, necesitas tener la víctima al alcance de tu cuerpo, mientras que yo lo hago incluso a personas que están en otros continentes. Estoy en Europa y puede destruir a quienes residen en América o en Asia”.
“Ésta es la historia de la familia de Iaacov: Iosef tenía diecisiete años y apacentaba las ovejas con sus hermanos;… e informaba a su padre de la mala fama de ellos” Bereshit 37:2. Rashí ilustra diciendo que todo el mal que veía en sus hermanos le relataba a su padre. El midrash en nombre de rav Shemuel bar Najmán dice, que la maledicencia asesina a tres: al que la pronuncia, al que la oye y aquel acerca de quien se habla. Por ello dicen nuestros sabios que dos justos fueron castigados por la calumnia y ellos son Iaacov y Iosef. Iosef estuvo en la cárcel 12 años, y Iaacov que la oyó, perdió la capacidad de profetizar durante 22 años.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Discusión rabínica sobre el tiempo prescrito para mencionar el poder de la lluvia en la Amidá

Desde la noche del pasado jueves, 4 de diciembre, reemplazamos en el rezo de la Amidá la bendición “Barjenu” (“Bendícenos) por “Barej alenu. H’ Elohenu et hashaná hazot veet kol miné tebuatá letobá, vetén tal umatar librajá al kol pené haadamá, veravé pené tebel vesabá et haolam kuló mitubaj, umalé yadenu mibirjoteja ume’osher matenot yadeja, shomrá vehatsila shaná zo mikol dabar rá umikol miné mashjit, umikol miné fur’anut, va’asé lah tikvá tobá veajarit Shalom, jus verajem aleha ve’al col tevuata uferoteha ubarejah beguishmé ratsón berajá undabá, uthi ajaritah jayim vesabá veshalom kashanim hatobot librajá ki El tob umetib ata umbarej hashanim. Baruj atá H’ mebarej hashanim”(1).

En el Tratado de Taanit, en el capítulo primero Mishná primera se plantea la cuestión acerca desde cuando se menciona el poder de las lluvias. Rabí Eliezer dice: A partir del primer día de la fiesta de Sucot. Rabí Iehoshúa dice: A partir del último día de la fiesta de Sucot. Rabí Iehoshúa le dijo: Debido a que las lluvias no son más que un signo de maldición ¿por qué se han de mencionar? Rabí Eliezer le replicó: Pero yo no he hablado de pedir (la lluvia), sino solo de mencionarla, de modo que haga soplar los vientos y descender la lluvia a su tiempo. Le contestó: Si es así, que se haga mención siempre. Según el orden fijado por Rabí Iehudá Hanasí (el recopilador de la Mishná), el Tratado de Taanit, sigue al de Rosh Hashaná. Según Rambam (Maimónides), después de que el Tanaíta terminó de discutir las leyes de las festividades mencionadas en la Torá, comenzó a escribir sobre aquellas que fueron decretadas por los profetas, y en especial, los ayunos mencionados en sus libros, en particular, los ayunos ordenados en memoria de la destrucción del Templo.

jueves, 4 de diciembre de 2014

Iaacov y Esav

Rav Yerahmiel Barylka

Reflexiones del Rav Yerahmiel*


Cuando leemos en la parashá acerca del encuentro entre Iaacov y Esav, después que éste salió a recibirlo encabezando a 400 de sus hombres, nos llevamos una sorpresa. El choque esperado de una lucha sin cuartel no se produce. En su lugar leemos acerca de un cálido recibimiento.
¿Qué produjo el cambio de actitud de Esav hacia su hermano?
Rabí Shimón bar Yojai, nos dice:
.”הלכה היא– בידוע שעשיו שונא ליעקב; אלא שנכמרו רחמיו באותה שעה ונשקו בכל לבו“
Que es una halajá conocida que Esav odia a Iaacov, pero, que en esta oportunidad, se compadeció de Iaacov y le besó con todo su corazón.
¿Qué significa en este contexto el término Halajá? Rabí Shimón bar Yojai, desea enseñarnos que el odio de Esav está profundamente grabado en su personalidad y lo ha sabido transmitir a su descendencia. Esav es reconocido como antepasado de Edom, la nación vecina a Iehudá, que ocupaba la zona entre el sur del Mar Muerto y el Mar Rojo. Edom estuvo, durante centenas de años, en inconmovible conflicto con Iehudá. El rey David los conquistó y convirtió en tributarios. Luego se rebelaron y se emanciparon. Nuevamente fueron dominados, y de nuevo consiguieron independizarse.
La conclusión de la afirmación de rabí Shimón, es que este vínculo nos debe enseñar que no podemos confiar en los abrazos de nuestros enemigos por más efusivos que sean. Únicamente, cuando afirmamos positivamente nuestra identidad judía, los enemigos se dan cuenta de nuestra firmeza, al vernos respetar las tradiciones, y entonces por un instante “se compadecen de Iaacov y le besan con todo su corazón”.
Son esos escasos momentos en la historia que nuestros enemigos, sin deponer sus odios ancestrales, se convencen que lo que más les conviene es acercarse con amor, hasta que regresan a su posición anterior, sin que tenga ninguna importancia lo que hagamos. 
Algo de nuestra historia reciente nos hace recordar el relato bíblico. Conviene no olvidarlo.
Shabat Shalom.

*Rav Yerahmiel Barylka
Sinagoga Rambam de Madrid